martes, 23 de octubre de 2007
Los regresos de Eva
Desciendes, Eva, del paraíso para deleite de los hombres, varios, porque tú no eres de uno solo, esta vez no. Son los comienzos de la noche, las serpientes están cargadas de pecado y te quieren tentar. Una mezcla extraña de especies evolucionadas están reunidas para empezar el tiempo, el regreso al origen, a lo básico otra vez. Te vuelves a lanzar al tubo y te dejas caer despacio, la pista no tiene prisa, con el peso de los ojos que no sientes porque las luces audiorrítmicas se apropian de ti; eres en este momento el centro del universo, el principio de todo, te has escapado de las escrituras. Miras a la nada con tu cara de felina y el cabello que se sincroniza con tus pechos, pero sonríes, y sueltas una mueca helada para que alguien la atrape. Bailas sin pasión, te mueves en una cadencia que hace ruido con la música, no importa, este ritual es para adorar tu cuerpo, el piercing en tu sexo. Eva, desciende de nuevo del paraíso, no importa la noche, reparte tus manzanas. Desciende de nuevo mientras me acabo mi cerveza.
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