lunes, 1 de octubre de 2007

Santiago Lalopa


En aquel lugar, con el caliente sol del mediodía arriba, el tiempo se sienta a escuchar el paso de los pies zapotecos. Y es que muchos no lo creen, pero él también se cansa; a orillas del camino de terracería en lo alto de la montaña, sobre una piedra que le sirve de asiento entre orquídeas, magnolias, ocotes y encinos, saluda a las escasas mujeres y hombres de pies enjutos, oscuros, sin vellos, que con su vestimenta blanca avanzan despacio, moviendo su carga a las espaldas, el rostro adusto y la sonrisa limpia; al fondo, la vegetación de la sierra norte oaxaqueña les da un toque artístico. Cuando aún está oscuro, antes del amanecer, la neblina se abraza a esos pies al sentir frío, y es que ellos están acostumbrados, han ido y regresado, a veces a San Juan Yaee, a San Miguel Reaguí, a Otatitlán o a Talea de Castro, en otras se han quedado lejos, en desconocidos caminos. Unos 123 kilómetros lo separan de la capital del estado, varios siglos del México del internet. Es evidente que al tiempo le han gustado esos paisajes de alta marginalidad, por eso a pesar de los años las cosas siguen casi igual, al menos ya llega el camión de la línea 'Benito Juárez' a Santiago Lalopa, donde hace más de medio siglo caminó doña Escolástica y mi abuelo tocaba el saxofón, el clarinete y otros instrumentos más porque dirigía a la banda, la misma que lo acompañó entre jarabes, sones y cohetes cuando murió luego de ser picado por una serpiente de cascabel. Yo no había nacido, pero aún escucho su música cuando me toco el corazón. Hoy quedan en aquel pueblo poco más de 400 personas y muchos de los recuerdos de mi madre. Sólo hay una escuela primaria y una preescolar, dos tiendas de abarrotes, una clínica de salud, dos canchas de basquetbol, una caseta telefónica, una iglesia al apostol Santiago y 115 casas, la mayoría de adobe. El 25 de julio es el día de fiesta, entonces el caldo de res, los tamales, el aguardiente, el tepache y el mezcal despiertan al tiempo de su letargo para que también esté contento. Yo quiero regresar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

la neta lo que escribistes me parecio hermoso es una buena manera de descrivir un lugar tan hermoso como lalopa espero que vuelvas a subir cosas nuevas va.
bueno y algunas imagenes del pueblo.

Anónimo dijo...

ME PARECIO MUY INTERESANTE TODO LO QUE DESCRIBISTES DE LALOLA Y LA VERDAD SI ESTA MUY HERMOSO CON TODO LO QUE CUENTA SUS CASITAS DE ADOBE LA RELIGION CATOLICA SUS RIOS SU LENGUA ZAPOTECA Y LO DIGO CON MUCHO ANHELO YA QUE YO SOY DE ESTE PUEBLO TENGO 18 AÑOS Y LOS 18 AÓS LOS HE PASADO EN ESTE HERMOSO PUEBLO

Anónimo dijo...

pues yo igual opino lo mismo lalopa es un lugar tan hermoso por toda la vegetacion que hay en ella al igual las costumbres y tradiciones que aun se conservan sitalo cuando quieras.